Compromisos en la comunicación y en la interacción social
- Reciprocidad socioemocional.
-Conductas comunicativas no verbales utilizadas en la interacción social.
-Desarrollo, mantenimiento y comprensión de relaciones.
Patrones restrictivos y repetitivos de comportamiento, intereses o actividades
-Movimientos, uso de objetos o habla estereotipada o repetitiva.
-Insistencia en la monotonía, excesiva inflexibilidad a rutinas, o patrones ritualizados de comportamiento verbal y no verbal.
-Intereses muy restrictivos y fijos que son anormales en cuanto a su intensidad y focos de interés se refiere.
-Híper o hiporreactividad a los estímulos sensoriales o interés inusual por los aspectos sensoriales del entorno.
Causa y origen
En la actualidad, no está determinada la causa que explique la aparición del EA, pero sí la fuerte implicación genética en su origen.
Especificidad y variabilidad
- El EA tiene características nucleares propias y definitorias que se manifiestan de forma heterogénea a lo largo de todo el ciclo vital.
- No hay dos personas con EA iguales; dependerá de su propio desarrollo personal y de los apoyos que pueda tener, así como de si presenta o no discapacidad intelectual asociada y también de su nivel de desarrollo del lenguaje.
Discapacidad invisible
El EA no lleva asociado ningún rasgo físico diferenciador (solo se manifiesta a nivel de las competencias cognitivas de la persona y del comportamiento).
Ciclo vital
Acompaña a la persona a lo largo de toda su vida, aunque sus manifestaciones y necesidades cambian en función de las distintas etapas del desarrollo y de las experiencias adquiridas.
Género y TEA
Hasta el momento, el dato más contrastado es que los EA aparecen cuatro veces más en hombres que en mujeres y que en el segundo caso suelen producirse más confusiones diagnósticas. La razón que parece subyacer a esta dificultad es que las mujeres podrían ser más eficaces en el aprendizaje de estrategias de compensación que ayuden a enmascarar los déficits sociales y adaptativos.